El Día de la Libertad de Expresión es fecundo, todo ha cambiado y se abre paso a nuevas formas del cómo, cuándo, dónde y por qué. Sin embargo, la historia en México nos marca que el 7 de junio de 1951 los editores de periódicos y el entonces presidente de la República Mexicana, Miguel Alemán Valdés, instituyeron el Día de la Libertad de Expresión.
71 años después, tras una relación tortuosa y complicada, el 3 de mayo de 2002 periodistas destacados y personajes de la sociedad civil alentaron en México la celebración de este irrenunciable derecho, amparados por la orientación de la Asamblea General de la ONU, entidad que desde 1993 había acordado conmemorar el Día Mundial de la Libertad de Prensa cada 3 de mayo.
Respecto de la situación de los periodistas en el país, se encuentra la LEY DEL SECRETO PROFESIONAL Y CLÁUSULA DE CONCIENCIA PARA EL EJERCICIO PERIODÍSTICO DE LA CIUDAD DE MÉXICO. Una normatividad progresista, bajo la norma constitucional que los periodistas en la CDMX puedan reservarse la identidad de sus fuentes, algo que debería ser obligado en toda la nación. Los periodistas de la CDMX viven como en un santuario.
Subrayemos: LEY DEL SECRETO PROFESIONAL DEL
PERIODISTA EN EL DISTRITO FEDERAL Y SE EXPIDE LA LEY DEL SECRETO
PROFESIONAL Y CLÁUSULA DE CONCIENCIA PARA EL EJERCICIO PERIODÍSTICO
DE LA CIUDAD DE MÉXICO.
Pero, ¿realmente es necesaria y válida, se requiere esa ley en cada ciudad? Hagamos un estudio de conciencia, de valores, una perspectiva de negocios en los medios, de unión. La confianza en las instituciones, sitúa a los medios de información en Latinoamérica y en México, en los sitios más bajos en materia de confidencialidad, es decir, credibilidad en la información. El hecho de que tengan más seguidores o Me Gusta en las famosas redes sociales no significa que haya mejor información, situación que están enfrentando periódicos como The Washington Post, The New York Times, The Guardian, que han aceptado haber mostrado información falsa.
El ejercicio de la libertad de prensa, nos ha mostrado luchas históricas de los periodistas, y han logrado poner en los reclamos sociales los artículos 6° y 7° constitucionales (LIBERTAD DE EXPRESIÓN Y LIBERTAD DE IMPRENTA. La libre manifestación de las ideas, pensamientos, opiniones, etc., constituye uno de los factores indispensables para el progreso cultural y social). Mismos que ningún gobierno de forma proactiva había intentado, posiblemente hay relación jurídica, pero con frecuencia esas leyes no se respetan. Aunado a los medios que se atan a la propaganda estatal. Remitiéndonos al viejo refrán: No pago para que me peguen.
Debemos documentarnos, dar lectura e instigar con el sentido periodístico, así como lo hace "Artículo 19", la cual es una organización fundada en 1987 de ámbito internacional que defiende la libertad de expresión y el derecho a la información. Toma su nombre del artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la cual proclama la libertad de expresión. O de "Reporteros Sin Fronteras" o RSF, que es una organización no gubernamental internacional de origen francés con sede permanente en París. Cuyo objetivo, según declara en su presentación, es defender la libertad de prensa en el mundo y, en concreto, a los periodistas perseguidos por su actividad profesional.
En la perspectiva de cada quien, la prensa ocupa un lugar destacado en un sistema político democrático, se concluye que los medios de información actúan como un contrapeso frente a los poderes autoritarios.
La libertad de expresión y el derecho a la información están plasmados en la Constitución. El gobierno debe garantizar cotidianamente, no sólo en los procesos electorales, por ejemplo: La gran responsabilidad de las personas que hacen periodismo o lo estudian, es exigir la rendición de cuentas de nuestras autoridades.
Estamos bajo el yugo de millones de manos que envían y reenvían mensajes multimedia, textos, fotografías, memes, videos, en fin, un extenso caló informático que representan absolutamente un riesgo el de legislar la internet. El punto medular es que debemos fortalecer y vigilar la ciberseguridad de la niñez y el impacto del crimen organizado.
Recordemos pues que los artículos 6° y 7° constitucionales constituyen, de acuerdo la ONU, normas modernas que se deben respetar incondicionalmente.
